Thursday, October 29, 2009

SEXO CON AMOR (2003)

SU DIRECTOR: BORIS QUERCIA
1.- Biografía del Director

Boris Quercia es un actor de cine teatro y televisión chileno, formado en la Universidad de Chile como actor teatral y autodidacta en el campo de la dirección cinematográfica. Fundador del grupo "Teatro Provisorio" que acabaría siendo el "Gran Circo Teatro" donde ganaría el Premio de la Crítica como Mejor Actor interpretando un papel en "La Negra Esther", siguió cosechando premios con el grupo "Teatro Sombrero Verde" combinando su actuación teatral con papeles cinematográficos y televisivos.

En cuanto a su labor como director tiene en su haber varios cortometrajes donde desempeña las tareas de director, guionista y actor. Su primer largo como director es "L.S.D.", que fue la primera película chilena realizada en vídeo digital. Su segundo largometraje "Sexo con Amor" ha sido premiada en varios festivales además de haber sido la película más vista en la historia del cine chileno bordeando el millón de espectadores
2. - Filmografía

"HyT 2" (2007) TV series (unknown episodes)
El rey de los huevones (2006) (Música de Manuel Riveiro)
"Geografía del deseo" (2004) TV mini-series
Sexo con amor (2003) (Música de Alvaro Henríquez)
L.S.D (2000) (Música de Sol Aravena)
Ñoquis. Cortometraje (1995)
El Lanza. Cortometraje (1997)


3.- La Obra


A.- Sinopsis

Un grupo de padres y profesores discuten el modo en que desean que el colegio enfrente la educación sexual de sus hijos. Aunque para muchos de ellos el sexo no es un tema resuelto. "Sexo con amor" es la historia de tres de estas parejas y de cómo el instinto erótico y sus emociones pueden más que sus razones.


B.- Ficha Técnica

TITULO ORIGINAL: Sexo con amor
AÑO: 2003
DURACIÓN; 108 min.
PAÍS:
DIRECTOR:
Boris Quercia
GUIÓN: Boris Quercia
MÚSICA : Álvaro Henríquez
FOTOGRAFÍA: Antonio Quercia
REPARTO:
Álvaro Rudolphy, Sigrid Alegría, Patricio Contreras, María Izquierdo, Boris Quercia, Francisco Pérez-Bannen
PRODUCTORA; Chilechitá

http://www.filmaffinity.com/es/film212214.html


C.- Entrevistas y Notas sobre BSO

Lanzan disco de Sexo con Amor

(http://www.icarito.cl/medio/articulo/0,0,3255_5688_28946028,00.html 16-04-2003)

En sociedad con Carlos Cabezas, líder de los reformados Electrodomésticos, Alvaro Henríquez ya capitalizó su rol de compositor de música de películas (antes hizo El Desquite) en El Chacotero Sentimental. A cuatro años de esa rentable experiencia, el actual líder de Petinellis firma otra vez como responsable de la banda sonora de un filme que está a punto de superar en taquilla a aquella producción de Cristián Galaz. Adelantado en radios a través del single homónimo de una producción que ya superó la barrera de los 350 mil espectadores, Sexo con Amor: La Banda Sonora (carátula en la foto) sale a la venta este fin de semana.

En el compilado Henríquez actúa como productor y autor de gran parte de los temas originales del soundtrack que, además, incluye canciones como Tu Cariño se me Va y Mentira, de Buddy Richard; Qué Pachó, de González y los Asistentes, y un corte compuesto por el director del filme, Boris Quercia, llamado La Loca y el Psiquiatra. Como agregado especial (en un mismo disco), la banda sonora de Sexo con Amor incluye un EP de Petinellis con Tu Vo Fa L'Americano (éxito del grupo en sus actuaciones en vivo); una versión en clave cumbia de Hospital; la cueca La Flor de la Verbena, y una remezcla de Ch Bah Puta la Güeá, con Jorge González.


Alvaro Henríquez: "Quiero hacer canciones que impresionen a mi hija"

http://www.icarito.cl/medio/articulo/0,0,3255_5662_29249242,00.html 19-04-2003)

El ex líder de Los Tres es el cerebro tras el soundtrack de la exitosa película de Boris Quercia. Un disco de "sonoridad chilena" que incluye nuevas canciones de Pettinellis y un EP con remezclas de temas como Hospital y Ch Bah Puta la Güeá.

Haber participado junto a Boris Quercia en la creación de la música de la película Sexo con Amor, responde, según Alvaro Henríquez, al reciente propósito de involucrarse en proyectos con gente cercana. "Trabajar con amigos" se ha convertido en un nuevo credo para un músico que parece haberse reconciliado definitivamente con lo que él llama es un oficio más: hacer canciones.

"Ya no me preocupa responder a las expectativas, ni vivo pendiente de mi grupo como lo hacía antes -señala-. Ahora tengo una vida, una familia (su pareja es la actriz Mariana Loyola, con quien tiene una hija), y eso me ha ayudado a ver de manera distinta lo que es esta pega. Tengo más calma y pienso en detalles que antes no me importaban. Estoy más tranquilo y sólo necesito estar incómodo, y echar de menos, cuando estoy haciendo canciones. La única política que mantengo es que quiero seguir haciendo canciones que me impresionen. Y por mucho tiempo. Y que impresionen a mi hija, por ejemplo. Esa es la única obligación que tengo conmigo. La única cosa a la que me obligo".

Henríquez ha visto Sexo con Amor "como unas ocho veces" y por eso, porque la conoce bien, es que entendió, tempranamente, que la premisa básica sobre la que tenía que trabajar para la elaborar su banda sonora era inevitable: música chilena con una sonoridad "levemente guachaca". Guitarras chillonas, formato popular y una lírica preferentemente sentimental -"casi cebolla", especifica el autor- han sido las claves que han nutrido gran parte del cancionero del actual líder de Pettinellis y son, a la vez, los rasgos musicales que habitan en una importante colección de viejos elepés que escuchó detenidamente con Boris Quercia, su amigo y director de la cinta, para preparar el álbum.

Así, como dos compinches que se juntan relajadamente a oír música, nació un soundtrack que se armó sobre la marcha (en menos de 15 días), que pretende ser tan rentable como ha sido hasta ahora el filme y que recién este fin de semana apareció en disquerías, a menos de un mes del estreno de la cinta que ya superó la barrera de los 400 mil espectadores. "No la pensé demasiado", aclara Henríquez "porque quería que el disco sonara fresco y fuera tan desprejuiciado como la película". Está claro. A Henríquez le encantó la cinta y arriesga un poco más al decir que "si alguna vez hiciera una película, me gustaría hacer algo como Sexo con Amor".

Dos por uno

Con esa idea de "una sonoridad chilena" en mente, Henríquez gestó al mando de Pettinellis la canción homónima que abre un disco de 17 títulos donde aparecen, entre otros, Buddy Richard, González & los Asistentes, Pettinellis, y hasta un tema compuesto por Boris Quercia. "La canción Sexo con Amor, la compusimos en poco más de 10 minutos", explica la ex voz de Los Tres. "Fue así, a la rápida y quedó bien. Trabajamos sobre un ritmo medio sensualote y después vino la letra que hizo mi hermano (Gonzalo, líder de Los Asistentes). Al Boris (Quercia) le encantó y listo. Eso demuestra que fue una manera distinta de trabajar y que surgió así de rápido por la amistad que tenemos con Boris. Ese lazo me permitió componer con tranquilidad y sin darle muchas vueltas al asunto. Sabía bien qué tipo de historia quería contar él y con qué mirada iba a hacerlo, así es que salió fácil".

Henríquez, quien ya había debutado en el género de los soundtracks con la música de El Desquite (1999), de Andrés Wood, y El Chacotero Sentimental (1999), de Cristián Galaz, quería un "disco de canciones y no de sensaciones" y por eso prefirió "no entrar en honduras del tipo 'esta es la parte triste, entonces pongo una canción tristona'. No. Quise que la música reafirmara el espíritu relajado de la cinta y que fuera como la banda sonora de la vida misma. Sin mucho maquillaje".

Con la película ya en cines, la banda sonora se elaboró apresuradamente en cuestión de semanas lo que hizo que su lanzamiento coincidiera con el proyecto que Henríquez ya tenía listo para publicar, en estas mismas fechas, con su club titular: Pettinellis. Se trata del EP con una versión en clave cumbia de Hospital y Tu o Va'l Americano, entre otros, que estaba listo hace menos de un mes y que finalmente terminó siendo anexado a la música de Sexo con Amor. ¿Oportunismo? "Reconozco que lo pensé harto -apunta el músico-, pero creo que las dos cosas tienen mucho que ver. Hay canciones del grupo en la película y si hubiéramos lanzado aparte el EP, los dos trabajos habrían competido entre sí. Además, es mejor para la gente: por la lógica del dos por uno".

Henríquez y González

"Yo creo que todos se van a llevar una tremenda sorpresa", dice Alvaro Henríquez sobre las canciones que estarán incluidas en el nuevo álbum de temas inéditos de Los Prisioneros. Previsto ya para el segundo semestre de este año, el vocalista de Pettinellis escuchó "varias" de las nuevas composiciones y prevé que el nuevo álbum del trío se transformará "en una de las cosas grandes del año". Henríquez se declara un admirador del líder del grupo sanmiguelino con quien mantiene una estrecha amistad desde hace varios años.

"Nos juntamos en familia unas dos veces al mes -explica- y compartimos los cumpleaños de los niños, y cosas de ese tipo, en su casa o en la mía". Fue en una de esas reuniones donde invitó a Jorge González para que hiciera una remezcla de Ch Bah Puta la Güeá. El 'Prisionero' apareció con cinco nuevas versiones y una de ellas fue la que finalmente se incluyó en la banda sonora de Sexo con Amor.


D.- Su Música

Comedia chilena, dirigida por el actor Boris Quercia (El Rey de los Huevones), cuenta en forma entretenida y dinámica las historias de encuentros y desencuentros sexuales que viven una serie de personajes. La música fue compuesta por Alvaro Henríquez, con sonidos netamente “Tres”. Fue interpretada por Los Petinellis.


Canciones

1. Sexo con amor

2. Que pachó - González y Los Asistentes

3. Tu cariño se me va - Buddy Richard

4. Mentira - Buddy Richard

5. Ch bah puta la güeá6. Lavadora

7. Luisa

8. Pepino

9. Test

10. Sexo sin amor

11. La loca y el psiquiatra - Boris Quercia

12. Persecución

13. Diálogos

14. Tu vuo fal'americano

15. Hospital (Cumbia)

16. La flor de la verbena

17. Requetemix Ch bah puta la güeá [Á. Henríquez-J. González]

Este es el link. Espero lo disfruten. Dejen comentarios

http://www.zshare.net/download/67478655b1ff9b49/


Fotografías
http://vtr.com/galeria/index.php?opc=album&sec=0&gal=13&id=379

Wednesday, October 28, 2009

MI MEJOR ENEMIGO (2005)

SU DIRECTOR: ALEX BOWEN
1.- Biografía del director

Director, productor y editor. Estudió Dirección y Producción de TV en Incacea, más tarde realizó un taller de guión con David Vera Meiggs y uno de dirección de fotografía con Héctor Ríos, ambos en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Trabaja durante 11 años como Productor y Director de comerciales de televisión en Filmo S.A y en Schmidt y López Ltda. Es en esa época cuando empieza a escribir el guión de su primera película: Campo Minado, que finalmente es filmada en Octubre de 1998 y que tiene a Bowen como guionista, director y productor, al tiempo que se desempeña como director de publicidad en Filmo Cine S.A. y, más tarde, en su propia productora de cine Alce Producciones, Productora que ha realizado cerca de 300 comerciales, largometrajes en cine y producciones internacionales, y ha participado en proyectos como la creación de “TV Móvil”, el primer canal de televisión de circuito cerrado en buses. Su segundo largometraje, Mi mejor enemigo, se estrenó el 2005 y representó a Chile en los premios Goya. Con este filme obtuvo El Colibrí de Oro a Mejor Película, el Premio del Jurado de los Jóvenes y el Premio del Público en los Encuentros Cinematográficos Sudamericanos de Marsella y de la Región PACA, realizados en el 2006.


2.- Filmografía

1. "Adios al septimo de linea" (2010) TV series
2. Mi mejor enemigo (2005) (Música Miranda & Tobar)
3. Campo minado, nadie vuelve intacto (1998) (Música Edgardo Riquelme & Sergio Ruiz)



3.- La Obra

A.- Sinopsis

Diciembre 1978. Chile y Argentina están a días de comenzar un enfrentamiento armado en la frontera sur. En la Patagonia, una patrulla chilena rompe accidentalmente su brújula y se pierde en la inmensidad de la pampa. Cavan sus trincheras en algún lugar sin saber si es Chile o Argentina. Comienza una larga espera que interrumpirá una patrulla argentina que se instala frente a ellos. Ambas patrullas esperan ahora la guerra, pero la tensa espera dará paso a la amistad que se da entre seres humanos que son enemigos, pero que confundidos por la soledad de la pampa, transitan en una frágil línea entre el deber y el querer, contando así una profunda historia humana.

B.- Ficha Técnica

Título: Mi Mejor Enemigo
Co-producción: Chile, Argentina, España
Año de realización: 2005
Director: Alex Bowen
Género: Comedia-Drama
Producción: Alex Bowen / Pablo Trapero
Producción ejecutiva: Adrián Solar - Hugo Castro
Guión: Julio Rojas/ Paula de Fierro
Director de fotografía: José María Hermo (argentino)
Director de arte: Verónica Astudillo
Música: José Miguel Miranda y José Miguel Tobar
Montaje: Danielle Fillios
Vestuario: Loreto Vusckovic
Actores: Nicolás Saavedra, Erto Pantoja, Miguel Dedovich, Jorge Román, Juan Miranda, Pablo Valledor, Felipe Braun.
Duración: 107 minutos

C.- Sitio Oficial

http://www.mimejorenemigo.cl/

D.- Análisis de la Obra

Mi Mejor Enemigo
Por
Diálogo Entre Miljenko Skoknic E Iván P. Pinto

Este artículo es el primero de una serie de diálogos entre los redactores de laFuga. Estos intercambios buscan sacudir la unicidad que supone el texto crítico, al intervenir varias voces en el mismo. Se enriquece la capacidad de desplegar líneas de discusión en pos de constatar problemáticas latentes en las películas y así esquivar la opinión unidireccional que instala la mayoría de la escritura semanal de cine.

Estimado Iván Pinto,

Primero que nada, quiero expresar mi satisfacción por la buena taquilla que ha gozado “Mi Mejor Enemigo”. Uno de sus méritos es retratar momentos de chilenidad específicos que logran la identificación por parte del espectador común: el fútbol, la mirada extranjera que tenemos de la gente del sur en general y Chiloé en particular y la parada siempre media urgida que tenemos los chilenos.

Pero por otra parte, la cinta dirigida por el Sr. Bowen es éticamente débil y su mensaje nebuloso, precisamente por dedicarse exclusivamente a retratar esos rasgos pintorescos de nuestra idiosincrasia. Quizás esto obedezca a que existe un impulso a plasmar en la pantalla un inventario de rasgos propios de la identidad que el cine chileno no ha logrado llevar sustentablemente, puesto que muchas de sus cintas, por querer ser solventes en la taquilla, se someten a bajar los comportamientos de sus personajes y circunstancias a un común denominador, resultando en personajes estereotipados y unidimensionales. A fuerza de que los personajes de “Mi mejor enemigo” conviven en un espacio reducido, como la trinchera, la cinta se ve obligada a retratar pequeñas situaciones cotidianas. Esto puede ser un acierto, puesto que la películas chilenas que he visto nunca se detienen a hacer cosas chicas (siempre el guión avanza más rápido, la narrativa impera). Lo que puede ser una inicial subversión, como paulatinamente hacerse amigos del enemigo, se ve evaporada al momento que llega un supuesto aviso de radio que la guerra comienza: la guerra sigue en pie y la gente se dispara igual. Pero un desenlace contrario, es decir, que decidan en conjunto no enfrentarse hubiera sido una solución aún más artificial y vergonzosamente edificante. Entonces ¿dónde se encuentra la médula crítica de la cinta? Creo que mi incomodidad ante “Mi Mejor Enemigo” no va por el lado de constatar si la cinta es antibélica o no, o si está lograda poner en escena la confusión de asegurar soberanía militar en un lugar inhóspito. Creo que es algo más evidente, incluso es una perogrullada decirlo: “Mi Mejor Enemigo” se hace la lesa ante su contexto. Y ante la complejidad que radicaría incluir (de cualquier manera) la inferencia político-social del contexto que hace posible -a fin de cuentas- que el conflicto armado tome lugar, los guionistas y el director simplemente suspenden el hecho. No puedo sino pensar que esta negación, más allá si intencional o no, es una constante subrepticia de nuestra cinematografía local.

Milenko, estimado,

Es claro que con el comienzo de este milenio el “cine chileno” ha dejado de ser un cine deficiente, dónde no se entiendan las historias, o dónde algún error de índole técnico de cabida para la conservadora crítica de nuestros medios locales a bajarle una estrella. De hecho, y eso es algo de lo que debemos haber conversado más de alguna vez, lo que hace necesario la producción actual es justamente un análisis más concienzudo tanto de los discursos que hace circular este cine (sus “desde dónde”) y de las operaciones formales que validan esos discursos. El problema general de un filme como “Mi mejor enemigo” es la completa confusión de ambos niveles y la difusa nebulosa de alguna idea que podamos inferir detrás de todas sus imágenes. Por que aclarémoslo: “Mi mejor enemigo” posee una de las direcciones de fotografía más bonitas filmadas en el último tiempo (por impactantes, o bien filmadas, o por parecer todo un gran réclame publicitario de la patagonia y el ejército de Chile), pero me niego a creer que eso signifique que sea un buen film. Ni mucho menos que eso signifique poder adjudicarle un discurso determinado (un simple y prejuicioso: “es una película de derecha”). De hecho, tampoco creo que el hecho concreto que, como tú señalas, la película se “haga lesa” frente a su contexto sea un error, o algo necesariamente malo (Un filme como “La delgada línea roja” para citar un filme pertinente, nunca hace referencia al contexto de la época, más que para asuntos que tienen todo que ver con los conflictos de los personajes y, más allá, de las ideas que posee el director). A mí parecer, la operación crítica que haría necesaria esta película es una que haga evidente la falta de cinematografía, la nula capacidad de crear personajes sólidos, su constante lucimiento formal (muchas operaciones gratuitas que existen sólo como ejercicios, pero no en función de algo más. Un ejemplo: el paneo en 180° grados mostrándonos los rostros de los personajes, sin que ese segmento posea relación con la acción central, o con alguna intención dramática) y la incapacidad de los nuevos métodos de guión (marca Julio Rojas) de dar a la historia algo más que continuidad y nitidez, pero no peso, profundidad o discurso. El más claro ejemplo es el final: ese salud a la chilena en un barzucho, dónde los personajes hacen un salud, sabiendo que serán olvidados por la historia. Sin embargo, ni Rojas (el personaje central) ni mucho menos ninguno de los personajes han pasado por algo considerable en sus vidas, más que una serie de aventuras – algo terribles, eso sí- en la patagonia. A estas alturas de la historia ¿cuáles han sido los grandes aprendizajes de los personajes? ¿qué ha ocurrido y cambiado en ellos? ¿y entre las relaciones? Y, finalmente, ¿que nos está diciendo el director al respecto?. El gran fracaso de una película como “Mi mejor enemigo” es, aún ahora, no tener claridad sobre el objeto a filmar, y ser gratuita en un tipo de historias que requieren justamente mayor claridad en su puesta en escena. Aquí no hay dramaturgia, ni personajes memorables, ni mucho menos algo que podamos inferir de todo ello. Y creo que estos son síntomas de que aún falta tiempo antes que dentro de nuestro propio cine encontremos un gran narrador.

Estimado Iván,

Me gustaría que especificaras porqué, a tu juicio, nuestro cine no tiene un gran narrador. Lo digo porque no me queda claro en que sentido tratas de ubicar este gran narrador: ¿un gran narrador de la senda de un gran director como Billy Wilder, Buñuel, Kubrick, Fellini o Kurosawa? No obstante lo anterior, comparto el hecho que “Mi mejor enemigo” cuenta con un guión afiatado, pero que no logra “calar” satisfactoriamente las posibilidades que supondría retratar los días perdidos de una guerra entre dos países en régimen militar, en un lugar inhóspito del sur. En esos términos es que yo planteo que la cinta se hace la lesa con su entorno, su contexto. No afirmo que sea menester incluir, en toda peli de guerra, un discurso sobre “el estado de las cosas”, sino aprovechar la oportunidad de aplicar cine como máquina de tiempo, es decir, mirar hacia atrás y retratar lo que en ése momento de la historia era in-retratable. En cambio, la película no se mete en patas de caballos; es más, justifican el conflicto armado cuando Ferrer (E. Pantoja) le responde al Tte. Argentino (M. Dedovich) ante la negativa del teniente Ferrer de replegarse para evitar un enfrentamiento: “¿qué haría usted en mi lugar?”. Esto puede ser interpretado de varias maneras. Reafirmante/patriota o triste, ante la victoria del fin armado y el absurdo de la guerra. Pero nada queda muy claro, porque toda la trama y su manejo formal no sustentan la parada de la cinta, son episodios que enuncian tensión, pero nunca es una tensión palpable, relevante o tocante al contexto. Insisto, no puedo evitar pensar que el plano de resolución de la película es narrativo-dislocado; no toca con fuerza las fibras sensibles endémicas del conflicto; la trama es interesante de seguir, pero está desraizada de su entorno. Una versión urbana de “Mi mejor enemigo” no hubiera podido resistir este tratamiento, porque las paredes, las calles y las caras exudarían “el estado de las cosas” incluso por los poros.

Como último, quisiera aportar brevemente, el aporte formal de la cinta que rompe el esquema dislocado del cual hablé en el párrafo anterior: Hay un momento donde Ferrer (Erto Pantoja) observa el cielo, y la cámara corta a un plano subjetivo, donde el cielo se ve rodeado de hojas de hierba. Se desprende un ánimo de desolación, inquietud; es una toma que mitiga la tendencia horizontal de la cinta, dado por la composición dictada por el paisaje llano y por diálogo en planos cerrados. La toma dura unos segundos, y es semi-subjetiva: no sabemos si es Ferrer o la cámara “objetiva” la autora de la toma. Mi interés en esa imagen es más conceptual que formal o compositiva; dice relación con un deseo de ir más allá. Más allá de la trama diegética y sus incidencias en la mirada en contrapicado de Ferrer. El plano dura apenas unos segundos, pero es un plano de excepción, un término excluido de la paleta compositiva del Sr. Bowen, que funciona mayoritariamente con el plano apaisado. ¿Y sabes lo que yo creo? que ahí está el tubo de escape. Ese plano es el grito silencioso que logró colarse del imbuncheado del guión. En una cinta atrevida, pero políticamente correcta con “Mi mejor enemigo”, el plano en cuestión es el síntoma que hay algo indecible, o que no sabemos cómo decir asertivamente, al menos en términos de imagen, o a estas alturas, post -imagen.

Milenko,

Me cabe decir que agradezco este espacio textual de diálogo, y que tiendo a imaginarme esta escena entremedio de dos cervezas en un barzucho de buena o mala muerte.

Respondo, comento.

Es cierto que forzar una figura como la de un gran narrador puede parecer un ejercicio impositivo a nuestro cine. Y en primera instancia lo es y no creo que sea algo malo en la medida que eso fuerce a los cineastas a querer narrar o filmar mejor. Y que fuerza también a los críticos a pensar de acuerdo a categorías y cánones establecidos. Por un “gran narrador” entiendo un cineasta que se maneje cabalmente con los códigos del cine clásico, inyectando a ese modelo energía, inventiva, síntesis e identificación con el espectador, entendiendo por esto último un punto crucial dentro de una cierta moral de obra (equilibrio entre obra y sociedad). A la vez es alguien que entiende que hay niveles de discurso cinematográfico que ocurren a nivel explícito y otros que ocurren a nivel implícito, y que ambos tienen que darse en una especie de alquimia dónde el entramado audiovisual es el centro de todo. Grandes narradores han sido: John Ford, Kurosawa, Hitchcock. Cuando digo que parece que falta tiempo aún antes que encontremos un gran narrador, me refiero a que el abecedario cinematográfico del contar una historia es algo que recién pareciéramos estar asimilando. A entender: la cinta de Bowen hace trazados en el tiempo-espacio, ordena los elementos de tal forma que sabemos el orden de las acciones, si se quiere, es un film cuyo orden sintagmático está bien, es más, “el mensaje” es algo que entendemos: las fronteras son algo arbitrario y dividen a seres humanos. Si embargo, es en el campo de relaciones, dónde el mensaje pareciera estar dicho demasiado directamente y dónde lo cinematográfico tiende a escaparse (¿es lo cinematográfico el “retardo” a esa unidireccionalidad?).

El cine como máquina de mensajes, es decir, como máquina retórica, se acerca mucho a la televisión y poco a el campo de un lenguaje estético autónomo. La pregunta es ¿dónde y hacia dónde está la imagen cinematográfica? Aciertas en algo. Esa imagen oblicua, puesta casi como llamado de lo abierto, lo indecible, encontrada en la película casi por azar (me refiero a esos segundos del plano subjetivo de Pantoja), pareciera ser la imagen de un cine que busca una fuga del sentido, un cine que esperaría por su retorno. Es el corte con la linealidad argumental (y un asomo de crisis del realismo), es el plano situado por primera vez desde “dentro” de uno de los personajes (¿un cine de poesía Pasoliniano?), y es la imagen que como segmento autónomo hace crecer el campo de las relaciones entre los planos. Le das un nombre a esa imagen: post-imagen . Esta nueva imagen, abierta a los sentidos, pareciera darse, hacerse posible, sólo después de algo, en el momento posterior de algo. La película se “hace lesa”, dices. No es lo suficientemente terrible, intolerable o dramática para que se produzca ese acontecimiento que a veces, sólo a veces, logra el cine. Quizás sólo sea posible el cine en la medida que se asuma como acto de encarnación, de irrupción en el campo social, sea el tipo de obra que sea. A mí parecer lo que se desliza de esto es, finalmente, el terror a lo confrontacional, no sólo entre personajes, si no dentro de ellos mismos, ese infierno que pocos cineastas se han atrevido a filmar. Pienso en Orson Welles. En Hitchcock. Quizás no se pueda ser una buena persona y querer ser cineasta a la vez. Quizás no se pueda tener temor y querer filmar a la vez.


http://lafuga.cl/mi-mejor-enemigo/64


E.- Su Música

La música original para Mi Mejor Enemigo fue compuesta por Miranda & Tobar, ésta incluye nueve temas, incluyendo Solo le Pido a Dios interpretada por Javiera Parra.

Lista de Temas

1.-Solo le Pido a Dios Interpretada por Javiera Parra
2.-Patagonia
3.-Brújula
4.-Tambores de guerra
5.-Absurdo
6.-La línea de fuego
7.-Ataque
8.-La espera
9.-Salud al chilote

La banda sonora se encuentra incluida en el DVD de la Película. Hay fragmentos que se escuchan en la cinta y que no están contenidos en la banda sonora.

Las bandas sonoras que se publican en este blog tienen la función específica de presentar y difundir trabajos de compositores chilenos.

http://www.zshare.net/download/6746210083f3492e/

Envíen comentarios para saber si les gusto

Thursday, October 22, 2009

EL DESQUITE (1998)

imagenes extraídas de http://www.vtr.com

1.-Introducción
El Desquite (1998) es el segundo largometraje del director Andres Wood, basado en la obra postuma de Roberto Parra, la cual fue montada en el teatro con bastante éxito, por otra parte, Andres Wood tiene como antecedente su opera-prima "Historias de fútbol", la que marco un quiebre en todo lo hecho hasta entonces en el cine nacional, con este filme logro que el cine nacional tomara otro impulso y lograra interesar al publico.

A principios de siglo junto a una de las riberas del río Ñuble una casa se encuentra amenaza por la crecida del río, la familia que se encuentra en su interior no vislumbra lo que en pocos instantes ocurrirá con ellos, de la crecida y destrucción de la casa solo se salva la pequeña Ana, la cual termina viviendo con sus padrinos. Al no poder mantenerla, estos deciden entregarla para adoptarla y tenerla como niña de compañía de la Sra. Lucia (Maria Izquierdo), asmática esposa de un poderoso hacendado de la provincia del Nuble.

El dueño de las tierras, respetado y temido patrón, es Pablo Casas Cordero (Willy Semler), un hombre que a como de lugar obtiene lo que quiere. En sus últimos momentos con vida Lucia da instrucciones a su ama de confianza, le señala que cuando ella muera, se marche de la casa. El mensaje para Ana (Tamara Acosta), ya adolescente, es que tenga mucho cuidado con el patrón, por su forma de ser. A poco de quedar viudo comienza el cortejo a la niña que había criado, esta también esta enamorada de Pablo, y se lo confiesa, la relación va creciendo, pronto Ana queda embaraza y es lanzada fuera del fundo cuando esta a punto de dar a luz. Cuando no sabe donde ir y su hijo naciendo, aparece en su vida una humilde familia campesina que la acoge y ayuda.

El dueño de casa (Aldo Parodi), tiene un bar donde llegan los lugareños a ahogar las penas, tiene una hija que alegra la clientela cantando. Un día llega Pablo al lugar y conoce a la joven la que desea para el, incluso negociando con su padre para poder poseerla y ofreciendo todo lo que tiene a Carmencita (Patricia Lopez), no importándole que estuviera comprometida con Manuel (Daniel Muñoz).

"El desquite", es un acercamiento a las raíces e idiosincrasia de nuestro pueblo, donde los contrastes y acercamientos entre los personajes son marcados. El relato fílmico tiene un ritmo sostenido, quizás el director Wood, pudo trabajar algunos planos mas abiertos, para entregar una visión mas general del campo donde se desarrolla la historia.

De gran nivel la musicalización de Alvaro Henríquez (Los tres), quien logra entregar dramatismo y relajo en forma magistral.

Las actuaciones están en el nivel que se les conoce a los actores, todos con trayectoria en telenovelas, pero sin lugar a dudas Bélgica Castro demuestra por que ha sido galardonada con el Premio Nacional de teatro. Interesantes los cameos de Gloria Muchmeyer y Tomas Vidiella.

La fotografía de Littin extraordinaria, retratando cuanto se puede hacer con creatividad y sentimiento.

Andres Wood una vez más logra dejar la vara bastante alta para los directores nacionales. "El desquite" de Roberto Parra no es un filme cualquiera, es una obra que merece ser vista.

2.- Sinopsis

Principios del siglo XX. Una casa es barrida por la fuerza del río Ñuble. La pequeña Anita es rescatada de las furiosas aguas, pero sus padres desaparecen en la corriente. Sus padrastros la entregan a la casa de un rico terrateniente, donde la crían como sirvienta de Doña Lucía, la frágil señora de la casa, quien finalmente fallece cuando Anita ya es una joven mujer. Anita es hermosa y Don Pedro está viudo. Ambos se atraen dramáticamente. Esta es una historia de amor y venganza, tan fuerte como las aguas del río Ñuble.


3.- Ficha Técnica

Dirección: Andrés Wood
Guión:
Boris Quercia y Andrés Wood
Productor: Pepe Torres y
Boris Quercia
Fotografía: Miguel Joan Littin
Edición: Guillermo Cifuentes;
Música: Alvaro Henríquez
Año de Producción: 1999
Elenco:
Tamara Acosta, Willy Semler, Daniel Muñoz, Patricia Lopez, Aldo Parodi, Maria Izquierdo, Bélgica Castro, Boris Quercia, Tichi Lobos.

4.- La Banda Sonora


El Encargado de la composición correspondió a Alvaro Henriquez creador y fundador de Los Tres, la banda chilena más importante post Prisioneros.

Con música original de Alvaro Henríquez, la banda sonora del filme de Andrés Wood aparece con años de retraso, pero, la verdad, se agradece el reparo.

Porque más allá del folclor esperable, los sonidos patronales y la tensión dramática campechana, el disco revive esos detalles y matices sonoros que en su momento bañaron la pantalla grande.

Con el piano como gran aliado (a cargo de Camilo Salinas), Henríquez va montando atmósferas y desgranando postales llenas de vida, oscuras a ratos ("marcha II") y también lo suficientemente lúdicas ("Danza digna", "Casamiento") como para mantener alegres los ánimos.

Con las voces invitadas de Roberto Parra ("Dónde estás prenda querida") y María Ester Zamora ("Pantalón de seda") como complemento, la música incidental de "El desquite" funciona tanto como la película.
EL DESQUITE OST
Alvaro Henríquez , Sony

Es indudable que el 2001 fue un excelente año para el ex líder de Los Tres. Además de formar su nueva banda, Los Petinellis, Henríquez se dio el lujo de editar un disco con la música de La Negra Ester, otro con la música de La Yein Fonda II y recientemente el de la banda sonora de la película El Desquite, del director Andrés Wood. Y es precisamente en este disco donde el músico muestra una nueva faceta, poco conocida por el público, relacionada con la construcción de ambientes musicales.

En la música de El Desquite, al igual que en la película, hay mucho de drama. Muestra la vertiente docta que el compositor tenía guardada bajo la manga, mezclada con algunos ribetes de folklore tan importantes dentro de su carrera.

Además, en la banda sonora se dio el lujo de trabajar con músicos de primer orden, tales como la mexicana Julieta Venegas (su ex mujer), Carlos Cabezas, Roberto Lindl y su actual compañero de banda, Camilo Salinas.

El Desquite está armado a través de construcciones sonoras, que tienen mucho de la estética que Wood desarrolló en la cinta. El hilo conductor está marcado por la tristeza, la cual es presentada de manera bastante intensa a través de instrumentos clásicos.

En síntesis, un imperdible para quienes gustan de la música que cala hondo, que emociona y provoca sensaciones que permiten, incluso, oler ciertos aromas que se sienten cuando se está frente a una buena historia.
CANCIONES

1. El desquite
2. Agua
3. Marcha
4. Anita
5. Marcha II
6. Danza digna
7. Triste
8. El desquite
9. Anita enamorada
10. Donde estás, prenda querida
11. Pablo Casas Cordero
12. Chanchullo (Muerte al chancho)
13. Casamiento
14. Carrera de caballos
15. Pantalón de seda
16. Desenlace
17. Final
18. El desquite (Instrumental)
Aqui les dejo la BSO de esta gran película chilena, agradezco todos los comentarios.
aris cinefile

SERIE COMPOSITORES CHILENOS II: ALVARO HENRIQUEZ

ALVARO HENRIQUEZ

foto extraída de http://www.emol.com/tiempolibre/imagenes/Alvaro_Henriquez_Jaivas200px.jpg

BIOGRAFÍA:-


La habilidad para llevar a buen puerto sus ideas musicales junto a las bandas Los Tres y Pettinellis ha sido sólo uno de los talentos de Álvaro Henríquez. En el poblado currículo profesional de este músico autodidacta, acaso lo más sorprendente sea la rapidez con que ha gestionado los más diversos proyectos, solistas o no. Además de editar más de una decena de álbumes junto a los grupos que ha fundado, Henríquez se ha involucrado en la producción de discos para otros músicos, la composición e interpretación de música para cine, y varios proyectos vinculados al folclor chileno. Durante los años 2004 y 2005 se ocupó, además, en una alabada carrera de cantautor solista, interrumpida con el sorpresivo anuncio de la rearticulación de Los Tres, trabajo que ha mantenido en paralelo, como siempre, a otros encargos musicales.

La de Álvaro Henríquez ha sido una carrera de larga perspectiva, y que ha hecho un aporte excepcional al desarrollo musical chileno de los últimos veinte años. Que el cantautor sea uno de los creadores más talentosos del país puede (o no) ser una apreciación subjetiva. Lo innegable es que constituye uno de los más activos y diversificados, conductor de una carrera nunca acomodada y casi siempre sorprendente.

Primeras prácticas sureñas

El caudal creativo que Álvaro Henríquez ha demostrado desde su primera juventud sólo puede provenir de una vocación convencida, y la suya estaba clara desde la adolescencia. Como estudiante del colegio Charles de Gaulle, en Concepción, participó de los grupos Los Dick Stones y los Escalímetros, cuando su interés por la música tenía su modelo en los Beatles y los primeros rocanroleros (Chuck Berry, Buddy Holly). Años antes había seguido sin regularidad clases de guitarra clásica y voz, las cuales sólo sistematizó luego de conocer a Gilles Marie, un joven francés (hijo de uno de los profesores de su colegio) que lo introdujo en infinidad de discos de blues y rock importados de Europa, y le enseñó el tipo de interpretación en guitarra que realmente le interesaba.

En el activo, aunque amateur, panorama musical penquista, Henríquez se convirtió en un atípico proyecto de rockstar; un músico sin mayor preparación que garantizaba autógrafos de valor futuro y al cual le agradaba que le llamaran "Lennon". Otra de sus bandas juveniles fue Los Ilegales, en la cual también figuraban Robero Titae Lindl y el guitarrista Jorge Yogui Alvarado; este último, el futuro líder de los populares Emociones Clandestinas, un grupo en el cual Henríquez llegó a participar muy brevemente como guitarrista.

Trabajos en teatro

Los sacrificios por su mudanza a Santiago a los 17 años (luego de sólo un semestre de estudios universitarios de música) serían, a la larga, anécdotas. Su principal motivación era desarrollar de un modo profesional la carrera del grupo Los Tres, formado en 1987 con sus amigos Titae Lindl y Francisco Molina. En la capital, Henríquez se ubicó rápidamente en un círculo de creadores vinculados al teatro, con los cuales comenzó a colaborar como musicalizador. Junto a Cuti Aste y la primera formación de Los Tres (aún sin Ángel Parra), participó como compositor y ejecutante del montaje Y Warhol (1988). Más tarde, convenció a Willy Semler de montar Sabor a miel, de la inglesa Shelag Delaney, una de las dramaturgas favoritas de Morrissey, uno de sus muchos inspiradores. Alrededor de esa época se ocupó también en televisión, musicalizando en vivo el programa "Enrédese".

Pero su cumbre de este primer período profesional fue, sin duda, su participación en el montaje de La Negra Ester, una de las empresas más significativas del arte chileno. Henríquez fue allí parte de La Regia Orquesta, la banda de música en vivo que se abocaba a la interpretación de mambos, tangos, cuecas choras y jazz criollo ("jazz guachaca"), y que también integraban Cuti Aste y Jorge Lobos (existe un CD de su trabajo, bajo el título La Negra Ester). Su tiempo junto a la compañía Gran Circo Teatro resultó una experiencia artística invaluable que lo llevó a recorrer parte de Europa y Canadá, y conocer a creadores que resultarían claves para su trabajo posterior, ya fuese por su inspiración (el director Andrés Pérez y el folclorista Roberto Parra, sobre todo) o por la sociedad creativa y sentimental que establecería con la cantante Javiera Parra. Así, antes de cumplir veinte años, Henríquez ya había afirmado las principales directrices que explican sus intereses crativos posteriores.

Los Tres publicaron su primer disco en 1991, pero su labor se intensificó a partir de 1993, cuando ficharon con la multinacional Sony Music. No hay dudas de que el grupo constituía el principal proyecto profesional de Henríquez durante la década de los ‘90, obligándolo a la agenda de una banda que pasó rápidamente a convertirse en la más importante del país, y que ensayó sucesivos planes promocionales en el extranjero hasta su disolución (mayo del 2000). Pese a ello, el penquista encontró el tiempo para diversos encargos paralelos, de entre los cuales los más constantes resultaron ser los de producción artística.

Producción y bandas sonoras

El primer disco multinacional de Mauricio Redolés, ¿Quién mató a Gaete? (1996), inició a Henríquez como productor de trabajos ajenos. En los siguientes años se hizo también cargo del debut de Javiera y Los Imposibles (Corte en trámite, 1995; al cual también aportó la mayoría de las composiciones), el segundo disco de Los Bunkers (Canción de lejos, 2000), las grabaciones independientes de la joven cantautora Esperanza Restucci, un disco de cuecas de Ángel Parra (padre) (Brindis y cuecas caballas, 2000), una grabación de los Santos Dumont que nunca llegó a editarse (Maximum Rock&Pop, 2001) y el álbum con el que José Alfredo Pollo Fuentes celebró cuarenta años de carrera (para el cual, Henríquez también compuso varias canciones).

En su lista de producciones deben contarse también dos exportaciones a México: en 1998 supervisó la versión que la mexicana Julieta Venegas (entonces, su esposa) grabó para "El triste", una de las canciones incluidas en un disco colectivo en tributo a José José; y en el 2005, Lejos, el segundo disco solista de Joselo Rangel (Café Tacuba). Con este último músico se presentó algunas veces en vivo durante el primer semestre del 2005, incluyendo allí un teloneo a la leyenda soul James Brown, en la Quinta Vergara de Viña del Mar.

En cine, sus créditos se reparten en proyectos de diverso alcance, desde la cinta independiente Moizéfala, la desdichada (cuya banda sonora se publicó en un disco de 1993, Oh, yeah!, hoy descatalogado) hasta las populares El desquite (que trabajó junto a Carlos Cabezas) y Sexo con amor.

Sus conocimientos técnicos son totalmente autodidactas, pero han ido marcando con el tiempo un cierto sello sonoro. Como productor, Henríquez siente una especial predilección por los recursos análogos y la austeridad de las cuerdas, jamás renunciando a su formato preferido: la canción melódica. No es raro que pase de los controles al micrófono, y en casi todos sus encargos figura también como instrumentista. Acaso su producción más desafiante sea la que emprendió en el 2001 para un disco tributo a Violeta Parra que él mismo gestionó y produjo. Con versiones de Lucybell, Chancho en Piedra, Los Bunkers y Los Miserables, entre otros catorce nombres (incluyendo el de Pettinellis) se editó Después de vivir un siglo, un disco sin precedentes (más allá de los tributos particulares que en su momento le rindieron a Violeta Los Jaivas o Inti-Illimani) al cual Henríquez calificó como "más que un trabajo, una misión".

Su interés por Violeta Parra no puede analizarse como una inquietud aislada por las raíces chilenas. Henríquez fue el principal responsable de reubicar el nombre de Roberto Parra en el panorama musical de los años 90 («arrogancia sería compararme con Roberto Parra», dijo alguna vez), y logró un insospechado efecto cultural con su gestión en sucesivas peñas dieciocheras bautizadas como "La Yein Fonda". Un mismo escenario abierto a cuequeros, cumbiancheros y rockeros era un concepto pionero de cuya invención Henríquez jamás se jacta, aunque es sin duda su gestión la que lo posibilitó.


El camino solista

El grupo Pettinellis ocupó a Álvaro Henríquez entre el otoño del 2001 y el verano del 2004. Dijo más tarde que «terminar con Pettinellis fue tener claro, al fin, que lo que yo quería hacer era mi música, sin nadie que me desconcentrara». El éxito del único disco de la banda es innegable, pero a Henríquez nunca lo absorbió lo suficiente como para dejar de interesarlo en trabajos paralelos. Uno de ellos es Revolcón, un grupo sin pretensiones comerciales que fundó junto a dos integrantes de Surfin' Caramba, y que presentó algunas veces en vivo un repertorio principalmente basado en las composiciones revivalistas de los estadounidenses Stray Cats.

De todas sus ocupaciones previas a su estreno como solista, la más sorprendente y mal llevada debe haber sido su incorporación como integrante de Los Prisioneros, durante algunos meses del 2003. El músico había forjado para entonces una amistad de varios años con Jorge González (colaboraron juntos en el disco Mi destino, del sanmiguelino), y llegó invitado al grupo para suplir en guitarra al despedido Claudio Narea. Su presentación ante los medios (en septiembre del 2003, en radio Rock&Pop) orquestó una de las pocas conferencias de prensa que merezca la pena, por la inolvidable y teatral ofuscación de González ante la insistencia periodística sobre las razones de la salida de Narea.

Lejos de las impertinencias, Los Prisioneros grabaron esa misma tarde su turno para el programa "Las raras tocatas nuevas”, que apareció luego en disco con la guitarra de Álvaro Henríquez identificada como una «participación especial». Fue el único registro del fugaz Prisioneros, quien se retiró del grupo sin mayores explicaciones, tras presentaciones en Santiago, Concepción y México; y un debut televisivo en "De pe a pa". Del período de Henríquez junto a la más popular banda de los años 80 quizás pueda destacarse la impronta de su guitarra en nuevas versiones para títulos como "En el cementerio". El penquista demostró entonces haber logrado lo que los grandes guitarristas de rock: su estilo lleva ya una marca identificable incluso en las composiciones de otros.

Cualquier sospecha sobre la real capacidad de Henríquez para desarrollar una carrera solista sin los talentosos compañeros que lo habían acompañado en Los Tres y Pettinellis quedó disipada de modo contundente en su debut solista. Álvaro Henríquez (2004) es un disco poderoso, en el que el cantautor afinó aquello que durante los años ha ido conformando todo un universo estético; mezcla de raíz chilena, próceres musicales estadounidenses (Johnny Cash y Brian Wilson eran dos nombres significativos para él a esas alturas), nostalgia en la autorreferencia, y acidez en su observación social. Las suyas son influencias excepcionalmente amplias para la media chilena, y van manifestándose en delicadezas armónicas a-lo-Beach Boys, cuecas más o menos convencionales (la de "Barco y naufragio" es totalmente eléctrica) y versos de amor que inquietarían hasta a Nick Cave (como los de "Amada"). Las doce canciones (todas suyas, a excepción de "Jefe de jefes", de Los Tigres del Norte) se grabaron junto a músicos de diversas procedencias, que incluyeron al cuequero Rodolfo Henríquez, el ex Pettinellis Pedro Araneda, intérpretes sinfónicos de cuerdas, e integrantes de Café Tacuba y Los Bunkers. La edición del álbum se adelantó con dos vinilos (45 rpm) para los temas "Amada"/"Tengo más alcohol que sangre" y "Recién cansado"/"Barco y naufragio".

Durante el 2005, Henríquez entró a estudios para colaborar con proyectos ajenos, principalmente con el álbum Corazón loco, de José Alfredo Fuentes (que produjo, arregló y parcialmente compuso) y, más discretamente, con el disco de cueca urbana Los Tricolores con Daniel Muñoz. A fines de ese año, y en completo secreto, comenzó a trabajar con sus antiguos compañeros en Los Tres, Ángel Parra y Roberto Lindl. En marzo del 2006 se anunció que la banda se reunía como tal y que viajaría a Nueva York para grabar el sexto álbum de su carrera.

FILMOGRAFIA

Sexo con amor (2003) (Dir. Boris Quercia)
El desquite (1999) (Dir. Andres Wood)
Asalto (1996) (cortometraje) (Dir. Ronald Ruiz)

TEATRO

La Negra Ester :- Banda sonora de la obra teatral homónima, interpretada por la formación original de La Regia Orquesta (Álvaro Henríquez, Cuti Aste y Jorge Lobos). Combina temas tradicionales con composiciones de Roberto Parra.

http://www.imdb.com/name/nm0378054/





Thursday, October 01, 2009

LA BUENA VIDA (2008)

SU DIRECTOR: ANDRES WOOD
1.- Biografía del Director:

Andrés Wood (n. Santiago 1965) es un director de cine chileno. Su trabajo más conocido es la película Machuca, ambientada en los momentos del golpe militar chileno de 1973. Aunque estudió Ingeniería Comercial en la Universidad Católica de Chile, siempre le llamó la atención el séptimo arte. Así es como luego de egresar de Economía viajó a Nueva York para estudiar dirección de fotografía, y realizó allí su primer cortometraje “Idilio”.

Está casado con Paz Puga con la cual tiene dos hijos: Mariano y Ana. De vuelta en Chile, a fines de 1992, comenzó a elaborar una serie de proyectos audiovisuales. En 1994 dirige dos cortometrajes, uno de ellos, “Reunión de Familia” se convierte en la primera producción chilena en participar de la selección oficial Clermont - Ferrand, Francia, y también recibió el premio al mejor director en el Festival Internacional de Viña del Mar. En forma paralela a sus proyectos audiovisuales, Wood trabajaba en la realización de comerciales para la televisión.
En 1997 comienza a gestarse lo que sería su primer gran éxito masivo. Durante ese año dirige y coescribe “Historias de Fútbol”, su primer largometraje, que fue financiado con un aporte del Fondart, inversiones del mismo director y algunos socios, además de aportes del “Fondo del Sur” de Francia.

La película se divide en tres cuentos de media hora cada uno, todos relacionados con el balompié, contando las distintas realidades que se viven en ese deporte en todas las regiones del país.

En Chile, unas 55 mil personas vieron el filme y además se mostró en países de Iberoamérica, Estados Unidos, Canadá, Australia, Francia y España, con gran éxito en todos ellos. Wood recibe varias menciones en distintos festivales de cine, entre ellas las menciones de los jurados en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y del XXIII Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, España, en el cual competía con otras trece cintas del resto del mundo.

Luego de la fama adquirida con Historias de Fútbol, Wood se embarca en un nuevo proyecto cinematográfico. “El Desquite”, historia adaptada de las décimas de Roberto Parra, y que narra la historia de un patrón de fundo del sur, que muestra la realidad vivida en latifundios de Chile. La producción que originalmente se presentó como mini serie en Televisión Nacional de Chile, tuvo una reedición de dos horas para ser presentada en cine.
En 1987, mientras trabajaba en una empresa de Aysén como evaluador de proyectos, se percató de la conmoción que causaba el loco, las mafias que giraban alrededor de su extracción y la locura de las prostitutas al ver a tantos hombres con dinero, en una zona que no se caracteriza por tener grandes riquezas. Ahí nace la idea de realizar un filme acerca de ese fenómeno, que comienza a rodar en 1999, en isla Toto, un pueblo sin calles de la Undécima región.

Escrita y dirigida por Wood la película, se estrenó el 4 de octubre del 2001 y de inmediato se transformó en éxito de taquilla en Chile y recibió varios premios internacionales en distintos Festivales de cine: Mejor guión inédito en el XXI festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana, Cuba; y Mejor Director en la VIII Muestra de Cine Latinoamericano en Lérida, España.

Su cuarto largometraje, Machuca, llegó precedido de excelentes comentarios luego de su presentación en el Festival de Cannes. Relata la relación de dos niños en 1973, uno proveniente de una familia pudiente, y el otro marginal, cuyas vidas se cruzan luego que un colegio religioso pone en funcionamiento un programa de integración social.

Su estreno oficial se efectuó en el marco de la Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes, en mayo de 2004, donde obtuvo una mención especial del premio François Chalais 2004, que entrega el Ministerio francés de la Cultura y el Centro Nacional de la Cinematografía de la misma nación. Desde esa fecha se ha paseado por diversos festivales internacionales.

Además al menos 12 países han adquirido los derechos de exhibición del filme, entre ellos Reino Unido, España, Suiza y Japón.

El 3 de septiembre del 2004 Wood recibe el primer galardón Benjamín Vicuña Mackenna de manos del intendente metropolitano, que busca distinguir a personalidades que desde sus ámbitos de acción han contribuido al progreso y el desarrollo de la capital.
Actualmente esta trabajando en otra película llamada Buena Vida que saldrá en Agosto del 2008.


2.- Filmografía.

· Romance (1992), cortometraje
· Reunión de Familia (1994), cortometraje
·
Historias de Fútbol (1997)
·
El Desquite (1998)
·
La Fiebre del Loco (2000)
·
Machuca (2004)
· La Buena Vida (2008)


Biografía extraída en http://es.wikipedia.org/
3.- La Obra

A.- Sinopsis.

Santiago de 2008. Teresa, Edmundo, Mario y Patricia son cuatro habitantes de la ciudad, cuyas vidas se entrecruzan en medio de bocinazos, frenadas y alarmas de autos, pero que difícilmente llegan a tocarse. Sumidos en la vorágine urbana, cada uno de ellos persigue su sueño: Teresa una sicóloga que busca salvar vidas, Edmundo un peluquero que anhela tener un auto; Mario quiere entrar a la Filarmónica, y Patricia sobrevive. Cada uno anhela algo que pareciera ser asequible. Ninguno lo logra. Lo que obtendrán será inesperado.


B.- Ficha Técnica.

Dirección: Andrés Wood.

Países: Chile, Argentina, España y Francia.

Año: 2007.

Duración: 96 min.

Género: Drama.

Guión: Mamoun Hassan y Andrés Wood; basado en un argumento de Rodrigo Bazaes.

Producción: Andrés Wood, Mamoun Hassan, Gerardo Herrero y Diego Dubcovsky.

Música: José Miguel Miranda y José Miguel Tobar.

Fotografía: Miguel Littin.

Montaje: Andrea Chignoli.

Dirección artística: Estefanía Larraín y Rodrigo Bazaes.

http://www.ecartelera.com/peliculas/3158/la-buena-vida/


C.- Análisis de la Obra.

La Buena Vida
De baldosas y de bronces
Por
Omar Zúñiga Hidalgo

“La buena vida” es la quinta película de Andrés Wood. Tras el hit masivo que significó “Machuca”, su retorno minimiza el motivo de lo épico y se centra en la historia transitoria de algunos personajes santiaguinos: una madre que se entera que su hija adolescente está embarazada, un clarinetista de alta formación que no consigue el trabajo de alta alcurnia que quería y que termina integrándose a una banda de Carabineros, un peluquero cuarentón que pide un crédito de consumo para poder comprarse un auto y que debe lidiar con su madre, con la que todavía comparte su casa, y una vagabunda que hace lo que puede para poder alimentar a su bebé. La cinta lleva las vidas de estos personajes por separado, y licencias de guión mediante, se permite a sí misma forzar coincidencias de espacios y cruces en las calles de la ciudad.

El relato pasa por estas líneas dramáticas como una visita, recoge algunos momentos en la vida de estos personajes dejándolos igual de despojados y perdidos que un inicio. Sin mayores resoluciones, “La buena vida” no se hace cargo de las motivaciones de cada uno de sus protagonistas. Simplemente, los acompaña. Se deja caer con levedad en algunas de sus acciones, que nos hablan de la hostilidad de Santiago, de la diferencia entre la realización individual y las expectativas que se tienen de ésta.

Algo tiene el director que sus obras alcanzan una vocación por la narración de masas, pero que se aleja considerablemente de un criterio meramente comercial. Sintoniza su relato con el Chile de su tiempo, ahora invadido por las frustraciones de una economía difundida como promisoria, pero que termina siendo algo considerablemente distinto. Las obstrucciones operativas del Transantiago, por ejemplo, el hito del transporte público santiaguino, aparecen aquí como un pequeño comentario a la resignación, uno de nuestros rasgos identitarios más claros. Los chilenos entonces como un pueblo resignado a su propia suerte, que asume lo que le toca, y que mira hacia delante del mejor modo que puede.

Al mismo tiempo, el correlato de los individuos: personajes con obsesiones personales y privadas: ser parte de una corporación artística de renombre, una fijación repentina por la materialidad tangible de la muerte y los huesos como sus vestigios, buscar la verdad en una relación, pero ser capaz de decirla en otra. En las tres líneas hay una radiografía de algunas –varias- pequeñas obsesiones humanas, que no tienen una organización clara o fundamentada, pero que remiten a nuestra fragilidad de una manera lúcida y precisa. En este mapa de acotaciones tan definido, el personaje de la vagabunda se ve algo excluido, reducido a un valor funcional de conexión de las historias, más que un interés propio. Da la sensación que la película hubiese crecido en radicalidad y propuesta excluyéndolo.

A pesar de este escenario algo perturbado, Wood guarda una cierta esperanza, fe en los espacios cívicos, en lo que nos queda de identidad, en algunos gestos solidarios. En las identidades individuales, no las sociales, en las posibilidades que existen para cada uno de remediar sus propios fantasmas. El Santiago del director es una ciudad nostálgica, en búsqueda de su propio pasado, perdido entre las galerías del centro, esa red de pasillos interconectados tan única en el mundo. Nuestra ciudad es la posibilidad del tránsito, el espacio compartido en el que es posible esperar un cambio. Una ciudad en transformación, en recuerdo de su dominio, un bar antiguo ante un campo de golf, baldosas y bronces céntricos. La cinta enfatiza hasta el cansancio que es ésta ciudad y no otra, mediante un plano reiterado de un paisaje santiaguino mirado a través de una ventana. Son calles con apellido, reconocibles, patrimoniales. Calles en las que al parecer es posible mirar hacia un futuro algo menos confuso y algo más luminoso. Con una cierta fe de por medio en que las cosas eventualmente estarán mejores. O al menos, que podrían estarlo.

http://www.lafuga.cl/

D.- La Música.

Mi interes por las bandas sonoras nacionales y sus compositores, nació gracias a esta dupla de talentosos músicos, escuchar Machuca, Inmigrantes o Heroes (Carrera y Rodriguez), desperto en mi un hambre insospechada por investigar y conocer más sobre la escena musical chilena (bandas sonoras), y es asi que al escuchar la banda sonora para La Buena Vida, me sorprende el gran nivel al que ha llegado la musica para el cine chileno.

Miranda & Tobar se reconocen por un estilo inconfundible en la composición; una música que acompaña y contiene a los personajes en el devenir de sus historias paralelas y sus conflictos. Ésta, poco a poco va adentrandose en el sentido emocional de las situaciones, logrando con esto, proyectarnos en cada nota la sensación interna de los personajes. La amargura, el desazon, el dolor y la cotidianeidad.

La banda sonora de esta pelicula se encuentra en el sitio oficial www.labuenavidapelicula.cl/ y cuenta con seis temas. Lamentablemente la edición completa de esta BSO no esta editada en cd.

La Lista de Temas que compone la BSO es la siguiente:

1.- Cementerio Corto. (1:30)

2.- Cementerio Final. (3:43)

3.- Para el Final - Interprtada por Chinoy (4:03)

4.- Inicio Arpa (1:38)

5.- Mussorgsky (3:50)

6.- Orfeon (4:14)

* Además de estos seis temas, existen en Youtube seis videos que contienen fragmentos de la BSO, incluyendo la canción de Chinoy (Para el Final) -

Atento a sus comentarios

Aris Cinefile